Los saltos entre especies. Objetivo: dominar el planeta.

18.01.2021


Martes 30 de diciembre de 2019. Li Wenliang, oftalmólogo del hospital central de Wuhan, comparte con sus colegas una serie de nuevos casos que le recuerdan al SARS (síndrome respiratorio agudo grave) que azotó China en 2003. Los pacientes muestran fiebre alta, tos y un gran porcentaje de ellos desarrolla neumonía bilateral.

Una semana después las autoridades chinas confirman que se trata de un nuevo coronavirus, una subfamilia de virus que normalmente afecta a aves y a mamíferos. El resto de la historia ya lo conocemos.

¿Cómo es posible que un virus que afecta a aves y mamíferos acabe atacándonos a nosotros? ¿Por qué? ¿Significa esto que ha sido conseguido con malas intenciones e ingeniería genética?

Siento fastidiaros una buena historia al más puro estilo Hollywood (en realidad no lo siento) pero ni sugiere una acción humana ni es un fenómeno tan aislado. No es infrecuente que una enfermedad circule entre diferentes especies animales y el ser humano. De hecho, muchas de las enfermedades con las que estamos acostumbrados a lidiar, como la gripe, la salmonelosis o la tuberculosis pueden infectar también animales. Los saltos de especies son peligrosos y han sido responsables de varias de las alertas de salud pública que hemos vivido en lo que llevamos del siglo XXI: SARS, COVID-19 y MERS (coronavirus) o gripe aviar y porcina (ortomixovirus).

La película Contagio (2011) ya narraba la historia de una pandemia mundial originada por un virus que saltaba entre especies. Muchos se sorprendieron con la similitud con la pandemia de COVID-19 de 2020, sin embargo, desde el punto de vista biológico, sólo narra fenómenos ya descritos con anterioridad.

Antes de responder a ninguna pregunta, hay que empezar por el principio: ¿Qué es un virus? Un virus es un genoma de alguna manera protegido, que necesita de un hospedador para reproducirse. Es decir, y atentos porque esto es la clave, un virus fuera de su hospedador es incapaz de reproducirse, por lo que necesita infectar algún organismo para poder llevar a cabo esa tarea. Justamente este es el aspecto crítico de un virus, cómo infecta al organismo diana.

Cada virus tiene sus hospedadores, entendido como aquellos individuos de una especie o de diferentes especies susceptibles de ser infectados ya que el virus tiene características que así lo permiten. El éxito de un virus reside en infectar a cuantos más hospedadores mejor. Por ejemplo, imaginemos un virus V que infecta a murciélagos. Tendrá más éxito cuantos más murciélagos estén infectados o cuantas más especies animales sea capaz de infectar. Así, las versiones de ese virus V que permitan un rápido contagio entre murciélagos serán más exitosas que otras versiones menos contagiosas.

Sin embargo, esto no explica por qué acaba el virus atacandonos a nosotros. ¡Y es que el virus es capaz de saltar entre especies!

¿Como funciona el salto entre especies?


En nuestro ejemplo anterior, el virus V circula entre murciélagos de manera común. Una vez conquistado el murciélago el proceso evolutivo no se detiene. Seguirán ocurriendo mutaciones al azar y, con muy poca frecuencia, darán versiones del virus V capaces de infectar a un nuevo hospedador, en este caso, el cerdo. Esto está representado por el número 1 en la imagen.

Para que esta nueva versión del virus V pueda infectar al cerdo, a parte de las mutaciones necesarias, de alguna manera, el cerdo y el murciélago tienen que entrar en contacto (punto 2 de la imagen). Estos contactos se suelen dar por la dieta (ambos comen el mismo alimento o uno se como a otro), pero también pueden ser por ataques (arañazos, mordiscos...) o por estar en contacto con excrementos. Al entrar en contacto estos dos animales, sólo las versiones del virus V adaptadas al nuevo hospedador podrán infectar al cerdo.

Este salto de especie normalmente es un callejón sin salida. El virus puede infectar a un cerdo pero luego, desde el cerdo es incapaz de infectar a otros cerdos, por lo que aquí se acabaría su historia. Sin embargo, por motivos que aún se conocen sólo parcialmente, a veces este virus de murciélago que pasó a cerdos sí que se puede infectar entre cerdos (punto 3 de la imagen). Esta capacidad de transmisión supone un gran éxito para el virus, dejándole un hospedador entero que conquistar y completando exitósamente el salto entre especies.

Como veis, los 3 puntos claves que permiten un virus de murciélago infectar a cerdos se dan con muy poca frecuencia, lo suficiente para que tengamos ejemplos muy claros y descritos, pero no para que estemos constantemente azotados por nuevos virus.

¿Cómo aplica esto a SARS-CoV2?

La realidad es que no necesitamos crear virus por ingeniería genética, la naturaleza ya lo hace por nosotros. En la historia del SARS-CoV2 y COVID-19 no está aún perfectamente claro qué camino siguió el virus. Se cree (por análisis genéticos) que el virus llegó a través de murciélagos a un pequeño animal llamado pangolín y de éste a humanos a través de la dieta. Esto, se acabará aclarando en los próximos años.

Pero subraya un aspecto clave, y es la necesidad del estrecho control de los alimentos que ingerimos. Si nuestra receta incluye comer animales salvajes, no exigir controles sanitarios exhaustivos o no preparar los alimentos correctamente, estaremos cocinándonos brotes de enfermedades aún no descritas.

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